Estoy vivo pero no coleando
Soy un animal en estado vegetal
Señoras y señores... clamo mi eutanasia
Introduce tus dedos en mis heridas abiertas,
Mujer de poca fe, mírame sangrando mares,
Acaríciame esta yaga perpetua que tengo por piel
Que puede resultar de un ciego y una muda
de la obesidad supurante y una mente prostituta
del desencuentro descarado y autocumplido
Anda, ve, ten un hijo con el hombre que amas
Yo los tendré con la resaca de la tristeza
La muerte se encargará de educar a los huérfanos
Cuántas noches tenía tu día, cuántas camas tu vida
Cuántos días tu mentira, tu traición
Cuantos segundos tuvo la cuenta regresiva
La Despedida de Páez ¿te acuerdas?
Tu silencio de entonces cobra sentido en cuotas vitalicias
A fin de cuentas superarte no es sino aprender a vivir con ello
Tu amor fue un río frente a mi casa
Me enamoró, lo transformé en castillo, finalmente no es más que
una ánima en el camino que enciende velas el día de nuestro aniversario
Una impronta de cadáver mutilado en el camino
de un vagabundo arrollado borracho de pena
las ruedas y el tiempo dibujarán nuestra silueta separados
Visito a menudo tu tumba que está en mi ventana
Estúpida adolescente ni siquiera supiste morir
tuve que matarte para poder seguir viviendo muerto.