viernes, junio 09, 2006

Uno primero, después dos (Trapecistas o solistas)

Dos imágenes equilibradas por una de trapecistas. Más que dos películas (Primavera, etc... y 2046), más que dos joyas orientales del cine actual, una verdad antigua representada por los 2 de siempre, esos que no aprenden que primero es uno. El equilibrio de los trapecistas depende del de cada uno por separado... de no ser así, el destino son dos caídos reventados en la pista de este circo, o la eventual inmolación después de arrastrar la piedra por la colina, o un pasaje sin retorno al futuro... a 2046.
(i)
A veces dos cuerpos se encuentran y, como si no hubiera más asunto del que ocuparse, solo pueden continuar su camino extendiéndose a expensas del otro. Cada cabo de uno se pega al extremo del otro, dibujando en el aire una maniobra mortal, como si la escasa vida no fuera un borde peligroso al que trapecistas de mala muerte desafían cada mañana.

(ii)
Ya lo decía un eco del sol naciente: no hay peor cárcel que aquella que construimos voluntariamente a partir del apego. Y qué felices somos cuando cándida e ingenuamente nos encadenamos a un destino "en-otro-poyético". Cuando nos convencemos -y somos efectistas y convincentes discursistas- que el sentido vital se forja de a dos. Y lo peor de todo es que no pocas veces descubrimos que hemos estado amarrados a trascendentes miserias. En todo caso la dependencia se acaba montando un show de solista.

(iii)
Así y todo valga la memoria retroactiva y sensopotente, aunque sea la excusa imperfecta para disfrutar placeres efímeros ¿y qué más quieren hijos de dios?
Fotograma izquierda: Primavera, verano, otoño, invierno… y otra vez primavera, Kim Ki-Duk (2004), Corea.
Fotograma derecha: 2046, Wong Kar-Wai (2004), China.

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