BAUDELAIRE o el camino hacia el autoexorcismo

Después de dos semanas me siento en la obligación de entregarles una edición especial (así como el “The Clinic”) y que mejor que hacerlo con unos de los poetas más jóvenes de la historia. Siempre pensé que quería compartir con ustedes alguna oración como ofrenda a su antidivinidad y su deliciosa procacidad de primera mitad del siglo 19. Así, este viejo mil veces sepultado, y a esta altura convertido en humus desde donde brotan perennes “Las flores del mal”, renace a través del aroma seductor que me atrapa entre las hojas de esta publicación esencial.(...)


Con ustedes el viejo-joven exorcista del que les hablaba:

El Muerto Alegre

En una tierra fértil, llena de caracoles,
quiero cavar yo mismo una fosa profunda,
donde a mi gusto pueda meter mis viejos huesos
y dormir en el olvido cual tiburón en las olas.

Odio los testamentos y odio las sepulturas;
antes de suplicar una lágrima al mundo,
preferiría, vivo, invitar a los cuervos
a ensangrentar sus picos en mi inmunda osamenta.

¿Oh gusanos!, oscuros compañeros silenciosos y ciegos,
ved que viene a vosotros un muerto libre y gozoso;
libertinos filósofos, hijos de la carroña,
pasad sin escrúpulos a través de mi ruina,
y decidme si todavía le falta una tortura a este viejo
Cuerpo sin alma y muerto entre muertos!

LXXVI Spleen (fragmento)

Guardo más recuerdos que si tuviera mil años.

Un mueble grande con cajones repleto de balances,
de versos, cartas de amor, sumarios y romances,
con espesos cabellos enrollados en recibos,
guarda menos secretos que mi triste cerebro.
Es una pirámide, un sepulcro inmenso,

Que contiene más muertos que una fosa común.
- Soy un cementerio aborrecido de la luna,
donde, como remordimientos, se arrastran largos gusanos
que siempre se ceban en mis muertos más queridos.
Soy una vieja cómoda llena de rosas marchitas,
donde yace todo un montón de modas anticuadas
y lastimeros cuadros al pastel y los pálidos Boucher
exhalan, ellos solos, el olor de un frasco destapado.