miércoles, julio 02, 2008

lo que dicen los objetos

Entre amores surreales, más bien recuerdos,
o un brote de subconciencia de antiguas casas,
la mía.
Entre los objetos que completan el cuadro de mi memoria.
Entre el pequeño espacio que es posible forzar
en la continuidad de la emoción que lo cubre todo.
Entre instantes de una vida que ya dudo que fue
la mía.
Entre el flash back propio de épocas de mudanza de piel.
Ahí te vi.
Ahí reviví esa canción inconclusa
resonando en la hueca habitación.
Donde ya no estabas.
Porque habías partido.
Después de descargar un misil hacia mi vientre.
Rectifico, donde tu cuerpo sin alma partía,
porque ella ya había abandonado a su padre
en busca de amores por salvar.
Ahí te vi.
Tenías un poco más de 30,
buena edad para salir a la calle.
Y la canción resonaba
en habitaciones queridas pero desoladas.
En ese espacio enorme y vacío
donde sin embargo faltaba el aire.
Entre esas lámparas y sillones,
entre esos retratos que no merecían paredes,
donde el eco de los llantos acumulados se confundían
entre los nuevos, entre los ya podridos,
ahí me vi
me vi mirándome, devastado,
me vi mirando el desplome interno,
lágrimas hacia adentro,
y los ojos de esos objetos testigos
me siguen, me siguen… y llegan.



la soledad de los objetos_ maría elena walsh

Entrar en una casa, comer frío.
La ternura dejó sus zapatillas
debajo de una sombra. Desconfío
del sigilo de lámparas y sillas
y de algunas conductas amarillas.


Lo que se queda quieto alarma, duele,
comete pánico, derrama el canto.
No hay estadística que no revele
tijeras en la fila del espanto,
un alfiler que se parece al llanto.


No habrá quien traiga párpados de afuera,
solapas, humo, señas ateridas.
Un ruido de rincones desespera
y solamente muebles homicidas
dicen preparativos, despedidas.

Uno gana modales de sospecha,
envejece de tanto desconcierto.
No hay más remedio que una flor deshecha,
que vigilar un cigarrillo muerto.
sociedad bien anónima, por cierto.

Y lo peor es que la almohada acosa
con inminencia lúcida. Dormir
tiene una ambigüedad tan peligrosa
que en tales noches nunca hay que decir:
de esta desolación no he de morir.

Entre soledades y objetos me acordé de esta canción (pincha aquí)


5 Comments:

Anonymous Anónimo escribió...

.....El cruel recuerdo hace sepultar lo mejor de nuestras epocas"....

jueves, julio 03, 2008  
Anonymous Anónimo escribió...

Una vez me dijeron no vivas de los recuerdos.. si te hacen daño, solo rescata lo que te hace feliz para poder seguir adelante en esta vida que es tan corta y que cuesta tanto vivirla si uno no esta feliz consigo mismo..

Yo vivo mucho de mis recuerdos...y por ello sufro al no poder dar vuelta atraz y poder hacer mejor las cosas..

Un abracito grande..KS

viernes, julio 04, 2008  
Blogger Esencia Mia escribió...

La nostalgia invade esas habitaciones, que aunque parezcan vacìas en nuestra alma, estàn llenas de recuerdos, de objetos, de memorias irremplazables.....

Muchas veces duelen y desgarran esos recuerdos, pero nuestra alma no quiere deshacerse de ellos y cerrar ciclos; estàn grabadas ahì por siempre... la vida sigue, continùa y nos da la oportunidad de renovarnos.... mientras dure....

Lo que proyectas en tus letras, revela tus vivencias, tu esencia y sensibilidad,...simplemente atrapa.

Saludos

martes, julio 08, 2008  
Blogger MaLena Ezcurra escribió...

No sé que decir ante la realidad de la belleza, todo lo que murmura tu alma es intenso y milagrero.

Y la Walsh es una niña melanco aún
"Lo que se queda quieto alarma, duele,
comete pánico, derrama el canto. "

Por eso renací.


Una sonrisa pa'ti compañero de camino.


MaLena.

miércoles, julio 09, 2008  
Blogger Azra escribió...

Cada rincón de una casa, con sus objetos, sujetos, recuerdos, sonidos, pasados, presentes, es una parte de nosotros. Hay que descubrir cada rincón.

PD. Siempre es inspirador leerlo, en su casa o en la mía.

domingo, julio 13, 2008  

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