Para Iván de Pedro Juan Gutiérrez

Hoy día salió de viaje, vestido de domingo, jeans y zapatillas (esa era la pinta dominguera de Iván), y partió solo, porque así se va un guerrero cuando enfrenta el viaje desconocido hacia la nada. Que tristeza...

Y como probablemente sabías que no habría nada al frente, te encargaste de hacer y dejar todo aquí, en este pedazo de barrio, en esta casa más que nunca habitada por tu sabor, tus gustos y por la vida que abandonaste.

Querido Iván, entre tantas cosas que alguna vez nos unieron circunstancialmente, hubo una que lo hizo y lo hará para siempre. Pedro Juan Gutiérrez se llama el poeta. Un obsequio para ti que viajas liviano, son 6 alas que de seguro te servirán para dar una pasadita a Cuba antes de llegar a puerto.



Silencio

ese silencio sordo
y lejanamente opaco
como si estuviera escrito
en un papel contaminado
ese silencio a punto de romperse
que uno presiente
reptando
en los alrededores
ese silencio urbano
inconforme
con su condena
a guardar silencio

Hombre que olfatea a su mujer

Yo estoy construido con los colmillos
de la serpiente
y el aullido del lobo
y el brillo del pez
y la astucia del tigre
y la potencia del toro
Yo soy un relincho salvaje
de los dioses
y un corazón de cordero
de donde mana sangre roja y caliente
Yo soy ese hombre que atraviesa
la ciudad para mirarte a los ojos
y oler tu piel y respirar profundamente
y meterse dentro de ti
hasta tocar tus huesos
y decirte
esto es todo lo que puedo hacer

Hábitos sanos

Yo, por costumbre,
dudo de todo lo que digo
y de todo lo que hago.
Es el único modo de seguir dudando
de todo lo que digo
y de todo lo que hago

El adulto (tengo miedo de la felicidad)

me acobardan
el equilibrio
las proteínas
la buena salud
vivir sin pecados
dejar el borde
del abismo
por suerte la vida nunca es adulta
sino un tren errante
papalote sin brújula
al regreso
los muchachos del barrio
me asaltan
revólver en mano
y jugamos
a los pistoleros

La noche

de vez en cuando
necesito quedarme despierto
hasta la madrugada
violar mis eficientes horarios
exponerme al sueño dislocado
y dibujar un caracol sin rumbo
que camina lentamente

Los que hablan solos

Yo siempre he hablado solo por las calles desiertas Fayad Jamís

por el contrario
de lo que suponemos
muy pocos tenemos valor
para enfrentarnos
y hablar a solas