los colores llenando el frío vacío de la nada que me queda
el albor de la historia que continua gracias a dios
no amaina este recurrente escenario desolado
Esta vez fui yo el que partió primero
Y miro atrás, que importa convertirme en sal,
me desvanezco y debilito camino al desierto
del día de tenerte cerca me alejo al crepúsculo de tu ausencia
Mi paisaje es un complot contra la soberbia armonía
de apuestas, profecías y cómplices que lo saben todo
no tiene tiempo pero sí fecha de vencimiento
es en blanco y negro, es la suma de un poco de nada
4 Comments:
Solitarias palabras que alguna vez cayeron desordenadas sobre este teclado. Así es la naturaleza de los destinos inminentes. Tú mismo fuiste un paisaje desolado que ni la flor de la Mistral pudo contener.
Te vuelvo a escribir boceto de poema solitario... te escribo para que no te sientas tan solo, aunque sin quererlo valido este círculo de reconocimiento y estigmatización diciéndotelo. Pero es así... un paisaje que se jacta de ser la suma de un poco de nada no puede pretender estar acompañado... sería una contradicción vital, esas que explotan aniquilando todo, devastando superficie y centro, y así sucesivamente el ciclo sin fin...
por contradicción permanecemos en pie buscando en algún cruce cuando quisiéramos quedarnos tumbados, los ojos dirigidos al cielo negro, para intentar descubrir otros brillos que nos impidan mirar a los lados...
La mañana amaneció triste.........
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